domingo, 30 de junio de 2013
Superman es mudo
lunes, 21 de noviembre de 2011
Amanecer I, el ocaso de los vampiros (y gracias)
Una vez más este año, nos disponemos a comenzar a despedirnos de una saga para “adolescentes”. Tras el final de Harry Potter nos enfrentamos ahora al principio del final de la saga Crepúsculo, una saga que muchas echarán de menos, y otras rezamos porque termine antes de que vaya a peor.
El argumento del film es el de siempre: chica enamorada de vampiro y hombre lobo enamorado de chica. Y entonces llega la debacle. Lo que hasta ahora había sido un amor adolescente más bien tirando a puritano pseudoerótico pasa a convertirse en una historia esperpéntica y desagradable que roza todos los tópicos sobre las relaciones y que provoca más de una arcada visual y argumental.
Es cierto que la materia prima de la que parte esta película es exactamente lo que utilizan como argumento, un sinsentido plagado de moralinas y de tradición familiar aberrante. El problema principal reside en que en los libros las actuaciones de los personajes vienen explicadas por unas emociones que les embriagan y que las justifican a la perfección, mientras que en el film la voz de los personajes se pierden para mostrarnos a unos caracteres planos, interpretados por unos actores inexpresivos, y acompañados de una dirección sanguinolienta que no llega a lo que debiera o se pasa, depende de por dónde pretendieran orientar el film.
En resumen, de las mejores novelas de amor adolescente de los últimos tiempos hemos conseguido las peores películas de vampiros de toda la historia del cine, y con Amanecer I han conseguido lo imposible: hacer lo malo peor y más aburrido, a través de una historia lenta y que no transmite. Y todo esto dejando de lado los dudosos valores morales que esconde como tufillo de fondo.
¡Huyan, antes de que les muerda un vampiro y les dé por casarse!
jueves, 7 de abril de 2011
Crebinsky: una historia para soñar
viernes, 25 de febrero de 2011
Chico & Rita: un amor épico animado
Si tuviera que elegir mi película favorita probablemente sería de animación… o no… Simplemente creo que no podría hacerlo. Pero si tuviera que elegir varias películas que me gustaran mucho seguramente la mayoría serían de animación y entre ellas, ocupando un lugar privilegiado, “Chico & Rita”. Y en este pedestal en el que se hallaría subido este film habría varias bases en las que se apoyaría. Para empezar, en la base principal, un argumento indiscutible: es cine de animación, y es española. Tras pasar este primer peldaño, encontraríamos el espíritu tras la película, Trueba y Mariscal, y el resto de los escalones ascendentes para encumbrar esta obra son los detalles que da a cada paso mientras la ves.
Mariscal ha cuidado al detalle los dibujos, en los que predominan los trazos negros con un aire a cómic que resulta muy adecuado para la historia. También ha cuidado en movimiento, para ello rodaron con actores reales en Cuba para tener una buena imagen de partida. Ha mimado los colores, dotando de vida propia a las dos ciudades en las que se ambienta la historia: La Habana y Nueva York; y ha sacado de su tintero a Rita, que para mí sin duda es uno de los personajes más sexys de la historia del cine de animación.
A todo esto se le añade una ambientación perfecta en los años 40 y 50, un estudio de vestuario y coche de época asombroso, una clara referencia al Hollywood clásico y una historia de amor épica, digna de ser comparada con Romeo y Julieta. Estos dos personajes , atrapados por un sueño musical que los une en un principio, y atrapados también el uno por el otro, no tienen más remedio que dejar que la rueda gire y que su vida vaya deambulando entre el amor, y el amor por la música.
Y es esta música el último gran elemento de la historia, plagada de homenajes, con un ritmo trepidante, es una más de la historia, y en este caso actúa inevitablemente como la rueda del destino.
martes, 15 de febrero de 2011
El Santuario: Mucho 3D poco doblaje
jueves, 27 de enero de 2011
Mil cretinos: desespérate contándolos de uno en uno
El mundo está lleno de cretinos, eso es indudable. La pregunta es, si ya estás condenado a vivir rodeado, ¿por qué hacer una película sobre ellos? Ventura Pons lo cree necesario, así que se pone manos a la obra y recoge en su película quince historias sobre la estupidez humana en la que consigue agrupar mil cretinos. Pero no todo el mérito es suyo, el film es una adaptación de relatos de Quim Monzó, con quién ya había trabajado previamente el director en “El por qué de las cosas” hace dieciséis años.
La película se divide en tres partes (será que está de moda eso de dividir las películas). La primera parte se desarrolla en la época actual y son las historias escritas por el personaje protagonista de la tercera parte. Y aquí acaba la relación entre los trozos de la película. Es como si hubieran hecho un montón de cortos y los hubieran pegado con superglue para que les quedara un largo. Problema de esto, la película no es uniforme y a ratos te puede gustar como a ratos la puedes odiar. La segunda parte por otro lado está inspirada en el teatro catalán de finales del siglo XIX y principios del XX y en el cine mudo. Son seis relatos reescritos sobre personajes de cuentos tradicionales como la Bella Durmiente o Robin Hood. Hubiera sido una propuesta interesante como película individual pero que en el film se inserta con calzador y sin explicación ninguna. La tercera parte habla de la relación del escritor con sus ancianos padres, y de su vida con ellos y menciona de pasada la relación del autor con los personajes a los que da vida (incluidos los de la parte dos). Quizás sea la más digna de ver porque habla sobre la vejez y la muerte, e incluso hace referencia al título de la película.
La falta de cohesión en el film hace que se haga tedioso y pesado. El director, por la forma que tiene de tratar alguno de los relatos, debía de buscar que el espectador se desespere e inquiete mientras observa las situaciones que ocurren. Es lenta, muy lenta, y eso ayuda a la intranquilidad y al desasosiego. Pero al fin y al cabo, produce la misma sensación que cuando en tu vida diaria te relacionas con un cretino, ¿podemos llamarlo realismo?
RED: “La Daga de Rasputín” a la americana
Lo mejor que un espectador al uso puede hacer a la hora de ver RED es lo contrario a lo que estáis haciendo ahora, es decir no leer nada, no saber nada, ir al cine sumidos en la ignorancia total. Porque es la única manera de que disfrutéis de algo de la película. Los diez primeros minutos para ser concretos, una historia de amor entre un pensionista y la teleoperadora encargada de enviarle el cheque mensualmente, cargado de trasfondo social, de interés, de visualidad… y entonces aparecen unos tíos con metralletas y se cargan la película. El argumento es sencillo: un agente de la CIA retirado es atacado por alguien porque sabe demasiado y para defenderse hace corrillo con todos sus amigos jubilados, la Red de Espías Desactivados. Está basado en una miniserie de cómics escrita por Warren Ellis y el artista gráfico Cully Hammer y publicada por DC Comics entre 2003 y 2004; y cuenta con un elenco excepcional.