Valkiria es una parte de la historia alemana no mostrada, la oposición a Hitler dentro de su propio sistema, pero como film deja mucho que desear. Carece de elemento sorpresa y carece de energía, sentarse a ver “Valkiria” es sentarse a pasar el rato, a escuchar una historia sin introducirse en la ficción, sin pactar con ella. No conmueve, ni motiva porque todo lo que se puede apreciar de “Valkiria” se puede ver en el tráiler.
Contar la historia de un atentado frustrado a Hitler supone arriesgar mucho puesto que el final ya lo conocemos, y habría que haberlo hecho exprimiendo hasta el último jugo los recursos de los que se disponían. Pero en lugar de eso se han embriago con el hacer fácil y la superficialidad, sin darle dimensión ni profundidad a la historia. En resumen un tratamiento pésimo.
El protagonista es un Tom Cruise estancado en su faceta “Misión imposible” que no logra la misión de entrar en el papel ni transmitirlo. Se muestra inexpresivo y frío incluso ante las situaciones más emotivas.
Como contrabalanza, el film no se recrea en las crueldades que se hicieron durante el régimen nazi y tampoco se detiene en nimiedades, el tiempo que dura se aprovecha y eso ayuda a no salir del cine pidiendo la hoguera para el film. Es rápido y dinámico, y por lo tanto no aburre.
En resumidas cuentas, ni sí ni no, ni buena ni mala, es una de esas películas que te dejan totalmente frío pero que te entretienen. Te sientas en la butaca y matas el tiempo con algo mejor que la televisión.
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